Mary J Blige - La vuelta de la hija pródiga

Mary J Blige es una de las más grandes artistas que ha dado la música negra en los últimos 20 años. Cuando esta nativa del Bronx da un paso adelante y se acerca al micrófono su innato talento vocal le permite firmar magníficas interpretaciones de música negra en cualquiera de sus registros.

Apodada como The Queen of Hip-Hop Soul siempre se ha mostrado más cómoda en un sonido que mezcla estilos como el urban, hip hop o rap. Considerada como la nueva Chaka Khan o Aretha Franklin, en realidad tiene poco en común estilísticamente; pero como ellas, aportó a la música soul frescura, nuevas texturas y sabores que inspiraron a toda una generación de músicos. Con su pelo rubio y sus botas altas transmitía una imagen de chica mala, bella y dura al mismo tiempo. Su disoluta vida personal (drogas, alcohol, sexo, malos tratos) y el intenso dolor que a menudo le provocaba encontró en las letras de sus canciones la perfecta catársis a sus penas. A medida que exorcizó sus demonios personales la tensión musical y la infelicidad que transmitía desapareció.

Ahora está de vuelta con su noveno trabajo de estudio Stronger withEach Tear con la producción de Ryan Leslie, Darkchild o Johnta Austin. Dominan los temas upbeat mid-tempo con algunos tracks de transición al estilo balada. Si exceptuamos las cuatro primeras canciones, solo aptas para incondicionales del rnb contemporáneo actual, éste es el álbum que más me ha gustado de ella en mucho tiempo. Una buena mezcla de ritmos con sentido y melodías reconocibles en la que su voz cobra la importancia que merece, a pesar del uso ocasional del maldito Auto-Tune. Un amante del sonido soul más orgánico como yo estaba convencido de que su inmenso talento vocal se desperdiciaba entre tanto ritmo programado sincopado y tanta percursión electrónica característicos de sus últimos trabajos. Con alegría he comprobado que, si exceptuamos los primeros temas del disco, ha vuelto la Mary J Blige que egoístamente prefiero. Me ha supuesto un emocionado reencuentro, como si de la vuelta de un hijo pródigo se tratara, te doy la bienvenida Mary, acomódate, estás en tu casa, espero que sea para quedarte...

Alicia Keys - Pelos en la gatera

Aún recuerdo que en aquel verano del año 2001 nada sonaba en la radio como "Fallin'". Era un tema cantado sin pudor desde el corazón destrozado de una mujer y aunque Songs in A Minor era un disco irregular, el talento y la ambición que demostraba en su debut musical eran incuestionables y dignos de admiración.

Y es que ¿Cómo no amar a esta mujer? Era irresistible su combinación de juventud, inmaculada belleza, actitud, talento y voz que nos llevaba de vuelta a los años setenta. Cercana a la esencia de la tradición pero lejos del carácter hippie místico de Erykah Badu y, a la postre, siendo más fiable que mi querida Lauryn Hill. En los últimos ocho años, hemos asistido a su propuesta de mezclar soul con otros géneros musicales con evidente éxito comercial y artístico. Ahora que ya no es una ingenua y que es una megaestrella ¿Qué podíamos esperar de su cuarto disco? Los dos primeros singles adelantados ya nos sugerían que abandonaba el riesgo de la búsqueda de nuevos horizontes artísticos para refugiarse en la seguridad del mercado del gran público. En efecto, "Doesn't Mean Anything" o "Try Sleeping With A Broken Heart" no me dejaron impresionado en absoluto. No había nada innovador en su composición, impulsado por un loop de batería y con un estilo más próximo al sonido adulto contemporáneo. Por cierto, que poco afortunada ha resultado ser la combinación de su voz tierna y emotiva junto con los ruidosos y contundentes golpes de la programación de batería. Que no nos confunda el hecho de haber sido producido en colaboración con Kerry "Krucial" Brothers y Jeff Bhasker, que el sonido sea más agresivo en la percusión o las estupendas colaboraciones de Jay-Z y de Beyoncé en el disco como una evidencia de un giro de la artista hacia el rnb contemporáneo. Nada más lejos de la realidad.

The Element Of Freedom no podemos considerarlo como un mal disco: su enorme talento compositor esta ahí, su voz más madura es excelente y en el lapso de una hora nos lleva por un profundo e íntimo viaje de introspección personal y metafórico notable. Ahora bien, como apasionado de la música soul que me considero, me apena comprobar como aquella Alicia de los comienzos se ha ido despojando progresivamente del componente más soul en su sonido. Esta apuesta le garantizará éxito y el reconocimiento del gran público pero esos "pelos que se ha ido dejando en la gatera" la han ido alejando inexorablemente de mi interés por su propuesta musical.

Más información en http://www.aliciakeys.com


Noel McKoy - Aferrarse a un pasado que no volverá

Como añoro aquella vieja escuela soulful en la que el fraseo era fundamental en la interpretación del artista, donde cada nota, cada palabra pretendía conmover y emocionar al oyente con aquellas composiciones escritas con el corazón y cantadas con el alma. De todo aquello hoy apenas si quedan restos del naufragio, la todo poderosa armada de la cultura rap y hip hop dibuja un futuro distinto para el rnb.

Afortunadamente aún quedan quienes como Noel creen que otro sonido, otra manera de entender la música es posible. A principios de los años noventa se dejó seducir por la fusión de sonidos que representaba el acid jazz (un servidor también), siendo vocalista del legendario grupo James Taylor Quartered. Hoy en día está considerado como uno de los grandes cantantes de soul de la escena británica, con una larga y distinguida carrera como compositor y vocalista de soul. El año pasado volvió a sus raíces musicales con la publicación de este álbum en el que nos proponía una agradable mezcla de northern soul y funk, muy al estilo del sonido filadelfia de los años setenta. Era una propuesta inofensiva, de calidad justita y reconozcámoslo, nada excepcional. El disco pasó casi inadvertido por el mercado británico. De hecho yo sólo tuve constancia de la existencia de Brighter Day, cuando fue incluido un tema en el disco recopilatorio Soul Steppers editado a principios de este año, una especie de homenaje a Gamble y Huff que pretendía relanzar la carrera de viejas glorias del soul de los setenta (ver video promocional).

Ahora vuelve a ser relanzado, con la empalagosa labor de producción de la leyenda del pop/soul británico Ian levine y J.P Maunick (el cerebro del grupo Incognito) que han tejido una colección de temas suaves, mezclando soul, gospel, funk y soul, al estilo de los setenta, donde asoman las influencias de Stevie Wonder, Chaka Kahan, Isley Brothers o los mismísimos The Beatles. A pesar de su carácter vintage (muy de mi gusto) o de la eficaz y emotiva voz de Noel es un disco que al final me ha dejado cierto regusto amargo. No se por qué, pero me da la impresión de estar ante un artista que quiere aferrarse a un pasado que no volverá. Recuerda a un muñeco roto añorando viejas glorias y que apoyado en mediocres composiciones rumia entre dientes "pueden tirar abajo el edificio, pero nunca podrán quitarme mi música".

R. Kelly: Sexo, música y cintas de video

Robert Sylvester Kelly es un talentoso cantante, productor, multiinstrumentista y compositor que dominó la escena del rnb en la década de los 90 con más de 50 millones de discos vendidos en todo el mundo. Creó un sonido original mezclando bases hip-hop, con una voz suave soul-crooner, con funk e incluso rap que alternaba con románticas baladas con referencias continuas y explícitas al sexo en sus letras.

En realidad tenía esa misma obsesión en la vida real. Por culpa de su conocida adicción se vió envuelto en un escándalo mayúsculo al ser acusado de pederastia y 14 cargos por pornografía infantil... Si bien un jurado le ha absuelto de los cargos, la sombra de la duda temo le va a perseguir durante mucho tiempo. En fin, la idea no es juzgar su vida, sino su obra musical y R. Kelly ha sido uno de los más grandes, de eso no cabe duda. Su música rebosaba un compendio de virtudes que sólo un maestro como él puede ofertar: la sencillez, frescura y calidad de sus composiciones, sus magníficos arreglos siempre tan mimados, así como el manejo magistral del ritmo y melodía en las canciones medio tiempo, por no hablar de su acrobática voz... ha sido, es y será siempre un referente para los artistas del rnb contemporáneo.

Pero todo aquello es pasado, sus últimos discos me han resultado decepcionantes, incluído su esperado último trabajo Untitled, abducido como tantos otros por el hip hop y la cultura rap. Me gustaría creer que aún conserva en algún rincón de su alma aquello que le hizo grande y diferente de los demás. Sólo he encontrado pequeños destellos de todo aquello en su último disco. Así que prefiero refugiarme en el R. Kelly genio de la música que llegé a conocer y os dejo en el reproductor una pequeña muestra de su último trabajo, quizá le juzguéis con menor severidad que quien suscribe estas palabras.

Angie Stone - Descenso a los infiernos

Tras una dilatada vida vinculada al mundo de la música, esta nativa de South Carolina publicó su disco de debut en solitario en 1999. Desde entonces se convirtió en uno de los faros del neosoul, apoyada en su enorme talento artísitico, nos ha venido mostrando el poder de seducción de su voz y su talento para la composición. La consistencia y calidad de sus trabajos la situaban como una de las artistas más importantes de la escena soul de la última década.

Ciertamente Angie parece no haber mostrado nunca miedo de explorar sus propios límites como artista. Con cada nueva grabación, con cada paso siguiente en su carrera, ella siempre ha golpeado al mundo con algo inesperado. En todo caso, era siempre un seguro a todo riesgo frente a la apatía y mediocridad del rnb urbano contemporáneo. Su nuevo álbum, editado bajo el legendario sello Stax Records, pretende abarcar toda la diversidad de estilos e influencias que Stone ha destilado en los últimos años - rap, rnb, soul, funk con un sonido menos orgánico y más decididamente electrónico. Tratando de abrazar una audencia más juvenil, acogiendo temas como "Tell Me" o "Free" que no son dignas de una artista veterana del calibre de Angie sino de artistas como Rihanna, Keri Hilson o Ciara.

Una vuelta a un sonido más urbano actual -con menos soul-, abusando de los coros, haciendo uso incluso del autotune en un disco inesperado (como reza el propio título), desesperante y decepcionante. Aunque en cierto modo significa una vuelta a sus raíces y principios musicales (fue pionera al mezclar hip hop y soul junto a su grupo Sequence en la década de los ochenta) lo cierto es que ha supuesto su particular descenso a los infiernos de la mediocridad. Quizá ello le reporte una recompensa bajo la forma de mayores ventas pero a cambio la pérdida de crédito musical resulta un pago demasiado alto en mi opinión.

Marisa Lindsay - Una voz para escuchar

Tengo que reconocer que tengo un punto débil: las intérpretes soul con raíces jazz me seducen, musicalmente hablando, con gran facilidad. Y ello a pesar de que sea un sonido que no suele atraer en una primera escucha, en general no suele resultar de fácil digestión, sino que requiere de toda tu atención... ahora bien, si te enamora es para siempre.

Eso me pasó con su disco de debut Submit2Love. Aunque sólo incorporaba tres temas originales a su repertorio, ya me dejó impresionado como una joven era capaz de embarcarse en una retroaventura y salir tan airosa del reto. No era un disco que simplemente recreara el pasado, sino que daba a cada tema una nueva perspectiva con un trabajo minuciosamente elaborado. Ahora, acaba de editar su segundo disco Deeper Love de la mano del productor Eddie Bullen. Un trabajo que incluye 11 temas originales a medio camino entre el neo-soul y el jazz, respaldada por una sólida banda de seis músicos. Oriunda de Barbados, se ha dejado influir más por el jazz brasileño contemporáneo o el reggae que por el gospel y eso se aprecia con claridad en el disco. Con una voz que nos recuerda a Erykah Badu por su carácter nasal a la vez que afilado. Sin embargo, ahí acaban las similitudes, su voz evoca más al tono de cantantes femeninas de la talla de Esther Phillips, Dinah Washington o la mismísima Billie Holiday con ese toque agridulce en su voz. Hay una lista interminable de jóvenes vocalistas negras que tratan de despuntar entre sus compañeras. ¿Cómo destacar? Tomar buena nota de esta mujer que tiene una voz que escuchar, no es sólo un cuerpo para ver. Marisa es una estilista del jazz, a pesar de sus evidentes influencias rnb. Por lo tanto, más que deslizarse de una nota a otra, la alcanza a través de una sucesión entrecortada mientras sube arriba o abajo de una escala. Quizá no tenga el rango vocal de otras, pero en cambio lo compensa con su depurada técnica y su musicalidad que le permiten brillar igualmente.

Brian McKnight - El instinto de supervivencia

El artista neoyorkino publicó recientemente Evolution Of A Man, su decimoprimer disco, en el que constituye su debut bajo el sello E1 Music. En verdad, frente a lo que reza el título del disco, no se aprecia ninguna evolución significativa como artista.

En efecto, no hay cambios radicales en su estilo, más bien asistimos a una evolución lenta y constante, sólo algunos retoques aquí y allá, con el fin de mantener actualizado el sonido para su fiel audiencia. Y es que con una posición cómoda y reconocida en el mundo de la música como compositor, intérprete y "loverman", Brian juega en otra división y parece no estar dispuesto en arriesgar lo conseguido en absoluto. Si con una palabra podríamos definir la carrera artística de Brian esa es la consistencia (le avalan más de 20 millones de discos vendidos). Si alguna vez has escuchado alguno de sus trabajos anteriores ya sabes lo que puedes esperar de él. Una calculada combinación de temas a medio tiempo con melodías pegadizas y armonías vocales exhuberantes y la especialidad de la casa: las baladas. En efecto, los temas romanticones constituyen -y él lo sabe- su punto fuerte. Brilla especialmente cuando abandona cierto punto melodramático (más típico de Toni Braxton en los años noventa) y nos ofrece temas como "Another You" con un teclado, letras sinceras y su voz llena de pasión.

Si eres un fan incorregible del rnb/pop, algo me dice que éste era un disco que estabas esperando. No es mi caso, cada vez se aleja más de mis gustos, ha firmado un trabajo pobre y desigual que sin embargo entiendo gustará a muchos. Con su voz cálida, agradable y buena técnicamente ha sido suficientemente inteligente para saber adaptarse a las circunstancias cambiantes de la música. Muchos otros cantantes que comenzaron junto a él quedaron atrás en el camino, él evoluciona lento y seguro, apoyándose siempre en un sonido suave, sofisticado y elegante, incorporando si es preciso hasta elementos de hip hop para conseguir mantenerse... lo que hace el instinto de supervivencia del artista.

BeBe Winans & CeCe Winans - El aura de la fe

Pensaba que mi capacidad de asombro no tenía límite, pero lo último que podía pensar es que en un disco de gospel -por muy sui generis que sea éste- se acabe utilizando el Auto-Tune, como se aprecia en el single "Close To You". Expresada mi queja y asombro paso a comentaros el disco.
Procedentes de una saga familiar numerosa (10 hijos) crecieron en un entorno dedicado, casi en exclusiva, a la música gospel. Bebe (Benjamin) y CeCe (Priscilla) tuvieron gran éxito a finales de la década de los ochenta y principios de la década de los noventa con un sonido bastante comercial que mezclaba gospel y rnb. Consiguieron incontables premios (5 grammys, 8 Dove Awards y 12 Stellar Awards entre otros) y notables ventas durante aquella etapa. Era un dúo muy apreciado, cuyo gran mérito consistió en acercar la música gospel al gran público, al igual que hicieran Billy & Sarah Gaines.

Tras quince años de ausencia, en la que han desarrollado sus respectivas carreras en solitario (BeBe ha editado seis discos y su hermana ocho) vuelven a grabar un disco conjunto y anuncian una gira por Estados Unidos, quizás pensando en reeditar viejas etapas gloriosas, pero en un mundo musical distinto dominado ahora por la electrónica y donde la melodía brilla por su ausencia. El álbum incluye 11 temas nuevos, casi todos escritos por el propio BeBe, en el que hacen su aparición su hermano Mario y el dúo gospel Mary Mary que prestan sus voces en "Things" y "Le It Be" respectivamente. Todo ello bajo la producción de Mervyn Warren, Mario Winans y Warren Campbell y rodeado de ese aura de la fe que trasciende cualquier trabajo gospel. Siendo honestos nunca he apreciado en demasía la música de esta pareja, ni sus carreras en solitario, aunque es obligado reconocer su contribución al conocimiento de la música gospel más allá de los restringidos circuitos evangélicos. Si eres seguidor de ambos te gustará el nuevo trabajo puesto que les resultará familiar el sonido y las armonías, aunque ciertamente sea un disco más suave y relajado, mezclando sin pudor rnb, pop, gospel, soul y jazz de manera comercial, y en el que se echa de menos una emotiva balada o temas de mayor energía. Solo para incondicionales del dúo.

Melba Moore & Phil Perry - Aquellos duetos memorables

En el mundo del rnb actual con cierta obsesión sexual en las letras parece que el arte del romance y la seducción no tienen cabida, y es que los deseos incontenibles precisan de una rápida satisfacción. Es como si ya no tuviesen sentido aquellos duetos memorables de grandes vocalistas como Marvin Gaye & Tammi Terrell o Patti LaBelle & Michael McDonald capaces de capturar esa dinámica propia de los amantes, creando con su interacción vocal algunos de los mejores momentos de la música soul.

Melba y Phil parecen dispuestos con The Gift Of Love a reavivar el fuego de las pasiones contenidas, a revivir aquellos grandes momentos del pasado adoptando un enfoque que mezcla baladas de amor, con sutiles elementos de jazz y de gospel. Los momentos más destacados del álbum incluyen la versión del hit de The Sounds of Blackness "Optimistic" y las versiones de dos temas clásicos de Marvin Gaye y Tammi Terrell. Me refiero a "You're All I Need To Get By" (producido por Preston Glass) y el gran clásico "Ain't Nothing Like The Real Thing"(producido por Chris" Big Dog "Davis), más convincente la primera que la segunda. También hay espacio para canciones más espirituales, como la versión del tema gospel "It Will Be Alright" de John P. Kee. La última parte del disco incluye nuevas composiciones como la irregular "Survival Kit" y la jazzy "U Never Know".

En definitiva, Shanachie Records se vale de dos grandes cantantes de soul para recuperar o cuando menos impulsar un género aparentemente perdido, aunque los resultados finales distan de se recordados dentro de la categoría de duetos memorables. Phil Perry uno de los mejores cantantes de su generación, uno de los últimos trovadores del soul, conocido por su tenor falsete, aterciopelado y suave que ya ha trabajado con las mejores y Melba Moore, reputada actriz y cantante, una incógnita en el proyecto porque supone su vuelta al rnb tras haber estado más próxima al circuito gospel en los últimos 20 años.

Lenny Williams - No nos sorprendamos

Aunque la mayoría de los amantes de música soul ya conocemos la importancia que la figura de este nativo de Arkansas ha tenido para la música negra en los últimos años, éste es un claro ejemplo (uno de tantos) en los que ese reconocimiento apenas si ha trascendido de igual manera para el público en general y el negocio de la industria discográfica en particular.

Tanto en su etapa en solitario (a caballo entre el rnb y el pop) como líder vocal del grupo funk/soul Tower Of Power ha dejado en todo momento claras muestras de su maravilloso talento vocal, de esa voz que siempre nos ha seducido con su rico tono soulful imbuido de tanta pasión. Firmó incluso algunos éxitos importantes en la década de los setenta como "Cause I love You" (todo un himno) o el especialmente recordado "So Very Hard To Go" pero no tuvieron la necesaria continuidad en los años siguientes. A pesar de todo siempre ha mantenido un público lo suficientemente numeroso y fiel que le ha permitido seguir grabando discos. Como tantos otros, ha acabado trabajando con sellos independientes -algunos convertidos en cementerios de elefantes-, sin demasiados medios y menos promoción; pero con talento de sobra y ilusión intacta de un principiante. Su último trabajo Unfinished Business, nuevamente con el sello de su propiedad Lentom Entertainement, le permite tomar las riendas de su propia carrera artística, disponiendo de absoluta libertad en el proceso de creación. Es un disco en el que Lenny vuelve a cantarle al amor -al fin de al cabo es un tema que nunca pasa de moda- con ese aplomo y saber hacer que siempre ha mostrado a lo largo de su carrera.

Con esa irreprochable formación clásica de la vieja escuela que adquirió en los coros gospel de las iglesias o en compañía de grandes artistas como Sly Stone o Billy Preston entre otros, aún continúa ampliando sus habilidades musicales y adaptándose a los cambios que ocurren en el mundo de la música. Puede que alguien se soprenda de que Lenny siga editando discos, pero quizá sea mayor su sorpresa cuando conozca la dignidad con la que se mantiene en el mundo de la música.

The Sweet Vandals - A este lado del Atlántico

Después de su soprendente primer álbum y de un número significativo de exitosos conciertos por toda Europa compartiendo cartel con los más grandes, este grupo español (si, habéis leído bien) vuelven con su esperado segundo trabajo Lovelite. Al parecer el título hace referencia a un club en Berlín, donde conocieron a Henry Storch, el productor que les ha permitido lanzar su carrera discográfica con el prestigioso sello Unique Records.

No han acusado en exceso la elegante salida del grupo de su fundador Carlo Coupé y mantienen esas dosis de deep funk de los setenta que alternan con mayores dosis de soul de los sesenta. Nos proponen ese sonido retro de la banda con su tremenda sección de metales, las líneas de bajo pegadizas y la contundente batería; pero sobre todo destacan sobremanera el caracterísitico sonido del órgano Hammond y, cómo no, la voz abrasadora de Mayka Edjole, auténticas cartas de presentación del grupo. Representan pues ese sonido áspero y cálido al mismo tiempo, conformando una pieza musical de profundo soul-funk negro con ese toque groove tan atractivo. Grabado utilizando técnicas exclusivamente analógicas, con la sección rítmica en directo y sin ordenadores por medio, a la antigua usanza y en sus propios estudios. Mezclado y producido por el propio grupo, hasta la portada del disco ha sido diseñada por ellos mismos.

Aunque la banda tiene su origen hace cuatro años en Madrid y se han instalado profesionalmente en Alemania, venden sobre todo en el mercado francés (y en el resto de Europa). Una prueba más de la globalización y de que el lenguaje de la música es universal. Con un álbum de tanta calidad, con su deep funk y sus cada vez mayores dosis de soul genuninas podemos apostar a que, al menos a este lado del Atlántico seguiremos oyendo hablar de ellos, y muy bien, en los próximos años.

Joss Stone - Un grito de libertad

Con sólo 16 años irrumpió en la escena musical del año 2003 desafiando el dominio que exhibía la cultura pop o el hip hop entre la juventud. En verdad, sólo era una cantante títere a la que la industria discográfica le había etiquetado con un sonido soul clásico adulto, impropio de su edad y color.

La chica tenía una bella voz, pero carecía de la emoción que los buenos artistas de soul ponen en su trabajo. Al principio, reinterpretó los temas de siempre (Soul Sessions), para más adelante trabajar con sus propias composiciones (Mind, Body & Soul). Finalmente trató de emanciparse (parafraseando aquel disco de Mariah Carey) para expresarse con mayor libertad creativa en su anterior trabajo Introducing Joss Stone, toda una declaración de rebelión como artista. Dos años más tarde nos llegó "Free Me" -el primer single adelanto de su nuevo trabajo Colour Me Free- en el que esta bella inglesa se declara -sobre una línea funky de bajo elegante- libre del control de los demás y trazando su propio rumbo como artista. No sólo la letra del single revela sus intenciones sino que incluso la portada del disco pretende ilustrar el reciente pasado de Joss presentándola como una maniquí sin color, encorsetada en una pequeña jaula y privada de libertad.

En plena definición como artista y clamando por su independencia artística el álbum se grabó realmente a principios del año 2008 (sus continuos conflictos con el sello EMI han provocado tamaño retraso en el lanzamiento del disco), con un grupo de músicos al estilo de una jam session, lo que le confiere ese aire de crudeza y autenticidad al sonido. Son 12 temas cálidos y vitales que van desde el soul vintage de los años 60 al RnB contemporáneo, incluyendo temas con ritmo, algunos tintes de funk y sensuales baladas. Hay hasta cinco temas (de los 12 en total) en los que colaboran distintos artistas que se incorporan sin sacrificar el sonido general del álbum, la rica y poderosa voz de Joss mantiene todo unido y coherente... En definitiva, en su cuarto trabajo, Joss se muestra más madura y avanza en su definición como artista, mejorando en sus habilidades creativas y compositoras. Con solo 22 años, ella se muestra poderosa y vulnerable, elegante y sexy, rebelde y pura al mismo tiempo. Todavía le queda camino por recorrer, pero aún es joven, y aunque no sea el mejor disco de música negra que he oído este año, nos demuestra que su indiscutible talento es una verdadera joya para la industria musical.

Fred Hammond - Como volver a la casa del padre

Justo cuando el público amante del gospel pensaba que el artista de Detroit no era capaz de expresar de mejor manera su amor hacia Dios, el sello Verity les sorprende con la edición de su demicotercer disco lleno de tesoros, de grandes canciones espirituales.

En Love Unstopppable nos deleita con su voz de tenor alto, su famoso fraseo, sus cambios de acorde al estilo jazz que se aplican en alegres canciones uptempo con las que se alaba, se exalta lo más íntimo del artista y del propio oyente, tal y como lo viene haciendo en los últimos 30 años. En efecto, desde sus días como líder del proyecto Commissioned en la década de los ochenta, Fred Hammond se ha convertido en uno de los artistas más codiciados de la música gospel. Su voz ungida de espiritualidad y letras intemporales de sus canciones están detrás de auténticos himnos del gospel que llevan su firma, así como de la obtención de innumerables premios Stellar, Dove y Grammy. Bautizado por sus incondicionales como el "Architect of Urban Praise and Worship", no le es suficiente con cantar: además es compositor, productor, multiinstrumentista y es dueño de su propio sello discográfico.

A través de sus 15 tracks, grabados la mayor parte en vivo -algo muy del gusto del género gospel- usando un concepto o técnica que él mismo denomina Warehouse Worship, el disco muestra el camino por donde debe de transitar la música gospel. Acertada mezcla de esos temas típicos alegres llenos de ritmo ("Awesome God" (influencias funky), "Nobody Like You Lord", "They That Wait" (con John P Kee) o "Happy"), junto con baladas de mayor remanso rítmico y estribillos suaves ("You're Good", "Lost in You Again" o "Thoughts Of Love") incluso con temas con cierto encanto blues como "Take My Hand". En definitiva, su último trabajo nos muestra con claridad porqué Fred se sitúa actualmente en el escalafón más alto del género gospel. Exhibe su talento como director de orquesta, compositor y cantante, nos regala una excepcional mezcla de explosivos temas corales gospel y baladas delicadas. Es difícil no sonreír, moverse, aplaudir o simplemente sentirse bien al escuchar sus letras y armonías vocales, más allá de las convicciones religiosas de cada cual. Os confieso, que el gospel me atrae hasta cierto punto no por su fervor espiritual sino porque contiene el germen de la música soul; es como si cada vez que lo escuchas volvieras a la casa del padre, a los inicios, al origen de todo... mi experiencia es más terrenal, más mundana y para nada religiosa.

N'Dambi - ¿El resurgir del neo-soul?

Reconozco que cuando puse este cd en mi reproductor, ya tenía colocado institivamente mi dedo índice cerca de la tecla de avance rápido anticipando lo que inevitablemente me sucede con tantas y tantas otras novedades... Y ello a pesar de que aún recordaba como un auténtico flechazo musical la primera vez que escuché la voz de esta artista en su magnífico disco Tunin' Up & Cosignin' (2001). Había trabajado con la mismísima Erykah Badu y sus vibrantes interpretaciones en directo le otorgaban un cierto crédito entre los los aficionados a la música negra independiente.

Ahora ha editado Pink Elephant, su cuarto disco, aunque el primero con un sello discográfico no independiente, concretamente con el legendario Stax Records, rejuvenecido de un tiempo a esta parte. Para esta puesta de largo como artista ha contado con el apoyo del afamado y reputado productor León Sylvers III. Se ha optado por darle todo el protagonismo a la voz de la artista sobre una base musical muy contundente que descansa sobre la base rítmica que procuran la batería y el bajo, con el apoyo ocasional de sintetizadores o de una guitarra eléctrica. Desde el primer momento el ritmo funky de la primera canción, "L.I.E", y la sensual voz de la artista de Dallas traspasaron los auriculares hasta llegar a mi pobre espíritu. Me apresuré entonces a anotar este tema en mi bloc de notas y, a medida que continuaba moviéndo mi cabeza al ritmo del siguiente tema "What It takes" ya había cerrado los ojos, con la pluma en mi regazo, chasqueando los dedos y moviéndome al ritmo. A partir de ese momento frente a mí se alternaron el sonido hip-hop de los ochenta de "Nobody Jones", el funk melódico de la vieja escuela en "Daisy Chain", las influencias del blues en "Imitator" o la balada jazzy "The One".

Con un sonido orgánico heredero del rnb y el soul más clásico, con momentos más brillantes que otros, lo que hace tan especial este disco es esa garganta bendecida con su maravilloso y potente contraalto que convierte en toda una experiencia oirla cantar. Pink Elephant puede suponer el necesario resurgir del movimiento neo-soul, que parece haber desaparecido tan pronto como surgió. Esta vocalista, compositora y pianista excepcional exhibe talento, arte, carisma, honestidad y creatividad profesional inusual en esta época, lo que le asegura una contribución fundamental a la música negra en los próximos años. Ah! se me olvidaba, en este caso el dedo nunca llegó a pulsar el botón de avance...

The Revelations feat. Tre Williams - Un flechazo a la primera nota

Esperaba ansioso, como un niño su regalo de cumpleaños, poder disfrutar del primer trabajo de este grupo de Brooklyn. Su excelente debut el año pasado con el EP Deep Soul hacía presagiar lo mejor: grandes temas, dosis de blues y soul de la vieja escuela, con un sonido musculoso gracias a la sección de metales, ese toque bluesy de la guitarra y esa voz poderosa, medio ronca de Tre Williams deudora de los grandes vocalistas de los años setenta.

De la mano del productor Bob Perry han añadido otras ocho canciones a las siete del EP pero manteniendo en todo momento ese sonido atemporal funky deep soul enraizado en el sonido clásico sureño de Hi Records -del que me confieso un admirador irredento- pero actualizado valientemente para mostrarse fresco y natural. El único pero es que quince canciones quizás se muestren excesivas, las siete originales eran magníficas, tres o cuatro más se hubiera sido una opción más realista para el álbum teniendo en cuenta que no todos los temas nuevos mantienen el nivel.

Liderados por Tre Williams y su conmovedora voz plena de soulful, y Rell un veterano cantante del famoso sello dedicado al hip hop Roc-a-fella, que ha trabajado con artistas notables como Jay-Z, Mary J. Blige, Kanye West o Usher, quien comparte con Tre responsabilidades de composición y a nivel vocal. Por su parte la banda de músicos neoyorkina que ha trabajado con Wyclef Jean, Lauryn Hill o Erykah Badu entre otros, han hecho un gran trabajo con una sobresaliente sección de metales y una eficaz sección rítmica. Todo ello explicaría que aunque el sonido sea decididamente retro, su imagen es al mismo tiempo decididamente contemporánea, es un sonido clásico pero para nada mohoso. The Bleeding Edge (Decision Records/Traffic Entertainment) promete convertirse en una de las sensaciones de este año y quién sabe, si un disco clásico en el futuro. Con un vocalista barítono gruñendo, con esa instrumentación orgánica que me deleita y melodías eternas que es lo que espera un amante de la música soul de siempre. Su cantante Tre Williams es toda una fuerza de la naturaleza, con su voz mágica me recuerda en su estilo a David Ruffin -y no se si me ciega la pasión- pero es una de esas voces que pueden revolucionar el panorama de la musica soul tal y como lo hicieran en su día Teddy Pendergrass o Luther Vandross. Con él se recupera la voz profunda, llena de testoterona y un tanto agresiva del soul sureño de siempre hasta ahora solo mantenida con cierta fortaleza y credibilidad por unos pocos como Jaheim ¿Qué más os puedo decir? Ha sido un flechazo a la primera nota...

An All Star Tribute To Maze - ¿Hay quién de más?

Cuando a mediados de la década de los setenta hicieron su debut con Capitol de la mano de Marvin Gaye, como tantos otros transitaron desde el doo wop y el soul hacia el funk (y posteriormente al urban en la década de los ochenta) aunque se mantuvieron a contracorriente de grupos legendarios como Earth, Wind & Fire.

En efecto, Maze featuring Frankie Beverly abrieron su propio camino musical, apostando por los riffs de sintetizador y de guitarra rock, sin apenas rastro de ritmos latinos o de reggae, creando un sonido único e inmediatamente reconocible, más próximo al sonido filadelfia. Todo ello complementado por letras espirituales y dulces, además de por la voz carismática, plena de soulful y de pasión del vocalista, guitarrista, fundador, productor y compositor del grupo, Frankie. Aunque su época de mayor éxito terminó en la década de los ochenta, aún siguen actuando en directo -la banda siempre ha tenido la reputación de ser uno de los mejores grupos en vivo de la música soul-. Además el mundo del rap ha prestado atención a sus grabaciones utilizadas como samples por los hip-hoperos... Ahora les ha llegado el tiempo del tributo, de un homenaje merecido. Ha sido Anthony Beverly, el propio hijo de Frankie, quien ha impulsado el proyecto. En efecto, se acaba de editar un disco recopilatorio con diez de los mayores éxitos del grupo, interpretados por una pléyade de estrellas: Mary J. Blige, Musiq Soulchild, Ledisi, Kem, Mint Condition, Joe, Raheem DeVaughn, Kevon Edmonds, Avant, Sisters Clark con J. Moss y Kierra Sheard.

Rex Rideout (pocas veces he tenido tanta admiración por un productor) y el propio Anthony se han encargado de la producción del disco (excepto el tema "I Wanna Thank You" obra de Donald Lawrence). Además de presentarnos un sonido fiel al original, aunque lógicamente actualizado, han conseguido mantener casi intacto el espítitu y el mensaje del original, siendo lo suficientemente hábiles como para permitir, al mismo tiempo, que cada vocalista pudiera expresar todo su talento con su propio estilo. Como tributo a los logros de este grupo (que incluye 30 éxitos, doce álbumes y más de cuarenta años en la industria de la música) el equipo de producción ha construido un estupendo disco junto a algunas de las voces más innovadoras que han dado forma al rnb, jazz y gospel en las últimas décadas. Quien aprecie la buena música, sea o no seguidor de Maze, no puede obviar este gran disco: sólidas composiciones, grandes voces, maravillosa producción... No hay lugar para la decepción ¿Hay quién de más?.

George Benson - Nadando entre dos aguas

Mucha gente identifica el smooth jazz como un género exclusivamente instrumental y está convencida de que si estás buscando un buen álbum de este género debes buscarlo en el hilo musical de un ascensor o quizá en la sala de espera de la consulta de un dentista.

Songs and Stories, el último álbum de este maravilloso artista, puede ser un buen comienzo para aquellos aficionados al soul que se muestran recelosos de este estilo musical porque desmiente tantos mitos infundados. A medio camino entre el smooth jazz, el funk y el soul, una fusión de estilos de la que fue pionero el propio George, nos propone un sonido suave, apto para todos los públicos, donde la maestría a la guitarra y con su voz quedan de nuevo de manifiesto para sonrojo de tantos artistas de hoy. Para este trabajo se ha buscado un repertorio de 12 temas, algunos de nueva factura y otros versiones de temas clásicos. Así, producido por John Burk y el bajista Marcus Miller el disco incluye versiones de temas clásicos como un enfoque más jazzy del clásico "Someday We'll All Be Free" de Donny Hathaway. Nos encontramos también con una versión más sensual del "Don't Let Me Be Lonely Tonight" de James Taylor o de "Rainy Night in Georgia" que nos recuerda a su sonido estelar de finales de los setenta.

El disco nos ofrece también nuevos temas escritos para la ocasión por un grupo estelar de autores. Así la leyenda del soul Bill Whiters emerge de su retiro para componer un tema romántico que George interpreta a dúo con Lalah Hatahway, realmente precioso. Rod Temperton, otra leyenda, aporta su "Family Reunion" que se adapta perfectamente al estilo de Benson. Todo ello completado con una lista de músicos de estudio casi insuperable: Jerry Hey, Paulinho Da Costa, Temperton, Tom Scott, Greg Phillinganes, Norman Brown, David Paich, Lee Ritenour y muchos más... ufff, la calidad está garantizada. Tantas veces incomprendido por los puristas del jazz cuando George incorpora a una canción esa voz distintiva, sofisticada, emocional, ágil y artística. Por el contrario, los amantes de la música negra parecen no entender siempre las bondades propias de su virtuosismo con la guitarra. Siempre nadando entre dos aguas, pero siendo capaz de ofrecernos lo mejor de las dos orillas. Por eso le admiro tanto, por eso es uno de mis preferidos de siempre, por eso es una verdadera leyenda de la música. Gracias mi querido amigo.

Mis 25 canciones favoritas de la música soul - Los sesenta y los setenta

A principios de este mes nuestro amigo Mo Sweat nos propuso a la comunidad blogera amante del soul una iniciativa novedosa e interesante: fijar una fecha en la que posteasemos simultáneamente nuestras 25 canciones preferidas de la historia de la música soul. Pues bien, el día ha llegado y Musicasoul cumple con su compromiso

En el reproductor multimedia ha quedado reflejada la lista que yo he confeccionado y el acceso, en su caso, al video disponible. No obstante, quisiera hacer antes algunas precisiones. En primer lugar, he limitado mi análisis a aquellos artistas pioneros que iniciaron su carrera en la década de los sesenta y setenta, los mejores años para la historia de la música soul. También quiero señalar que no son estrictamente mis 25 favoritas, confieso que ha pesado más el intérprete que la canción en la elección final. Por último significar que simplemente las he ordenado por orden alfabético del artista. Espero me perdone Mo Sweat y que no haya traicionado en exceso los términos de su propuesta.

En todo caso es soul, soul y nada más que soul... esa palabra mágica sinónimo de emociones llevadas al límite, de desgarro pero también de sensibilidad y ternura; de cantar más con el corazón que con las cuerdas vocales; que en ocasiones se muestra elegante y sofisticada o en otras, primitiva, vibrante, orgullosa y poderosa. Una música que a veces nos seduce envuelta en melancólicas baladas y melódicas canciones a medio tiempo; mientras que en cambio en otras nos arrastra al optimismo, vitalidad y desenfreno con sus ritmos sincopados funky o dance; es el sonido de secciones de cuerda y metales, de guitarras desnudas... En definitiva es todo lo que me hace sentirme vivo, lo que me hace ser mejor persona porque consige sacar lo mejor de mi, lo que me emociona como ahora mismo simplemente hablando de ella... todo eso y más, mucho más es la música soul.

Blue-Eyed Soul - Ese sentimiento que no tiene color

Es un hecho generalmente asumido que la música negra constituye una de las fuerzas vitales más potentes y constantes en la historia de la música popular. Aunque algunos como Eli "Paper Boy" Reed opinen que la raza no es importante y que el rnb no es ni blanco ni negro, sólo americano, lo cierto es que es un hecho objetivo que la mayoría de los grandes talentos han sido y son negros.

No es casualidad, ya que el soul es la música que recoge el momento histórico de la integración de los negros en la sociedad americana, la identificación geográfica del soul clásico, al igual que racial, ofrece pocas dudas salvo casos aislados. El grueso de la música soul es creado por la población negra de los Estados Unidos. Ahora bien, los cantantes blancos no han podido sustraerse a la demoledora influencia de la música negra sobre sus propias bases culturales y han puesto su propio granito de arena en la historia, lo que explicaría que se llegara a acuñar el término blue-eyed soul o white soul. Esta etiqueta, contrariamente a lo que se piensa, no refiere únicamente a la música negra compuesta o interpretada por blancos sino que incluye a cualquier otro género (pop, rock) siempre y cuando el artista blanco se vea inspirado e influido, especialmente a nivel vocal, por la música negra.

Desde artistas pioneros como The Righteous Brothers, Eric Burdon, Dusty Springfield o Van Morrison entre otros, hasta el british pop-soul de los años ochenta y noventa o el exitoso renacer del soul clásico de los últimos años, han sido muchos los blanquitos que han mostrado poseer una auténtica alma y corazón negros. Por eso, tienen merecido este espacio que hoy les dedico en nuestro pequeño rincón de música soul. Van Morrison, paradigma del blue-eyed soul, expresaba perfectamente ese sentimiento que no tiene color en la letra del tema "Soul":

Soul is a feeling, feeling deep within
Soul is not the colour of your skin
Soul is the essence, essence from within
It is where everything begins

Soul is what you’ve been through
What’s true for you
Where you going to
What you’re gonna do

Soul is your station for the folk of your nation
Something that you wear with pride
Soul can be your vision or something that is hidden
It’s not something that you gotta hide

Soul is what you’ve been through
What’s true for you
Where you going to
What you’re gonna do

Soul can be your station for the folk of your nation
Something that you wear with pride
Soul can be your vision it can be your religion
Something that you just can’t hide

Soul is a feeling, feeling deep within
Soul is not the colour of your skin
Soul is the essence, essence from within
Soul is where everything begins.

Soul Unsigned: Estamos de enhorabuena

Quizás recordéis que en pasados post rendía homenaje a la labor impagable desarrollada por los sellos discográficos Dome Records y Expansion Records en favor de la promoción del modern soul. Pues bien, los aficionados a este género musical estamos de enhorabuena, porque un tercer proyecto se suma a los anteriores, también es británico y su nombre es Soul Unsigned.

Detrás de este interesante proyecto se encuentra la figura de Phil Driver. El elemento distintivo del mismo reside en su marcado carácter de promoción -y menos de negocio, al menos de momento- puesto que aspira a convertirse en una plataforma desde donde ofrecer apoyo GRATUITO a todos aquellos artistas que sin contrato hacían buena música funk, jazz y rnb en todo el mundo pero que estaban destinados a ser ignorados por estar considerados fuera del negocio discográfico. Esta plataforma se apoya en tres pilares fundamentales: programa de radio semanal que se transmiten por estaciones de radio e internet (en el Reino Unido, Estados Unidos, Suecia, Holanda y España -ver http://www.exitefm.com/-); página web que actúa como portal a los sitios web y páginas de MySpace de los artistas y, por supuesto, un sello discográfico independiente que ofrece a los artistas la comercialización, promoción y apoyo gratuito mediante la edición de discos recopilatorios.

En muy poco tiempo ha conseguido establecerse como uno de los sellos de mayor interés para el público amante del modern soul gracias a la edición de tres recopilatorios: Soul Unsigned Vol.1, Soul Unsigned Vol.2 y el último recientemente editado The Contemporary Soul Songbook Vol.1 (de este último os he dejado una pequeña muestra en el reproductor). Unas brillantes colecciones de tracks que siguen la misma línea elegante, suave y soulful de Dome y Expansión, aunque lógicamente sean artistas desconocidos para la mayoría del público. Muchos aficionados siguen comprando recopilaciones de música soul -las únicas a su disposición en las tiendas-pensando que el soul se acabó en los ochenta con Anita Baker, Luther Vandross o Alexander O'Neal, sin saber que existen estos magníficos discos que les ofrecen lo mejor del soul moderno independiente y que les harían disfrutar igualmente.

Smokey Robinson - Todos mis respetos

A pesar de que le contemplan casi setenta años (con más de cincuenta en el negocio musical), con su último disco Time Flies When You're Having Fun nos demuestra que quien tuvo retuvo. Aunque dista mucho de ser un trabajo perfecto, incluye material de calidad suficiente para mantener a sus fans contentos.

Excepto el primer single -una versión del tema "Don't Know Why" ya interpretado por Norah Jones- el álbum está repleto de nuevo material con desiguales resultados, en ocasiones aburrido y, en otras, se muestra más sensual y sexy, tal y como le recuerdan sus fans en pleno apogeo de su carrera artística. El disco cuenta también con un par de duetos: "You're The One For Me" con Joss Stone (no ha funcionado) y "You're Just My Life" con India.Arie (brillante). No hay ningún track sin calidad, Smokey es un reputado compositor, pero tampoco ninguno excesivamente brillante, según avanza el disco éste nos gusta más así que se recomienda su escucha a la inversa, del último al primer track. En efecto, después de las primeras cuatro canciones, el disco despierta de su letargo al fin, con canciones cargadas con mayor energía y sensualidad -el punto fuerte del artista de Detroit-. Aunque a algunos les pueda parecer extraño que un hombre de avanzada edad se muestre tan sensual, lo cierto es que el crédito de Smokey es tan grande que suena ahora casi tan natural como cuando lo hacía treinta o cuarenta años antes con el grupo The Miracles. Y es que al igual que otros grandes cantantes (Frank Sinatra, Tony Bennett, Marvin Gaye) demuestra que pensar en las palabras que vas a cantar resulta fundamental para la conexión con la audiencia.

En definitiva, después de tantos años esta leyenda de la Motown ha sabido conservar la esencia de lo que le hizo grande: su voz romántica y su saber hacer en la composición. Es un álbum suave, sin prisa, elegante y digno, que conserva esa sensualidad sin caer en la vulgaridad de los cantantes modernos, pero con arreglos instrumentales más modernos, que quizá guste a sus seguidores, aunque seguro que éstos prefieran refugiarse en su catálogo de clásicos. Nunca me ha gustado en demasía ni el estilo ni el timbre de voz de Smokey, aunque para muchos ese falsete les parezca único, precioso y sensual. Eso siempre ha supuesto un muro infranqueable entre su música y mis preferencias. No obstante, todos mis respetos para el señor Robinson, probablemente la máxima figura del soul romanticón de la historia.


Calvin Richardson: Rendir homenaje a un maestro

La voz de Calvin Richardson siempre ha sido comparada con la de los grandes maestros de la vieja escuela del soul. Nunca ha rehuído sus raíces musicales, al contrario las ha acogido e incluido en su repertorio con total naturalidad. Era sólo cuestión de tiempo que el artista dedicara un álbum como Facts of Life: The Soul of Bobby Womack a realizar un puro homenaje a uno de los artistas más injustamente minusvalorado del mundo de la música soul.

Quizá sea por ello, que a inciativa de su casa discográfica Sanachie Records, y para corregir tamaña injusticia, para conseguir que la figura de Bobby Womack -y su fundamental contribución al paso del gospel de los cincuenta al soul de los ochenta- sea conocida por las nuevas generaciones que Calvin haya puesto tanto empeño y corazón en editar este disco. Y el artista de North Carolina no ha querido traicionar a su maestro, escogiendo once de sus maravillosas composiciones ha construido un magnífico tributo, fiel y respetuoso con el original tanto en el apartado vocal como instrumental, pero actualizado y sin llegar a ser esclavo o preso de su admiración por Bobby; aportando su propia personalidad, en particular ese acento sureño vocal tan atractivo. El resultado es estupendo, bello, con toneladas de soul rebosando por los altavoces de mi equipo de música.

Una aseada labor de producción de Tres Gilbert que mantiene la base musical simple y auténtica gracias a una sesión de grabación con una banda en vivo con la que apenas tuvo tiempo de ensayar, dejando que la sensual voz de Calvin ocupe el lugar central. Todo un acierto. En definitiva, un trabajo magistral que puedo escuchar una y otra vez sin cansarme, no sólo porque admire a Bobby Womack, sino también por la indudable calidad del trabajo, porque me suministra sin descanso un sonido gratificante para mi pobre alma, conmovedor, pleno de sentimiento... pura esencia de la música soul en cada nota del disco.

Ledisi - No resulta fácil bailar en pareja

No es fácil bailar en pareja, requiere ser un solo cuerpo, un solo corazón, un mismo aliento, un mismo sentir, un solo movimiento. Ése es precisamente el reto que tenía planteado la artista de New Orleans en su nuevo trabajo Turn Me loose, publicado de nuevo bajo el sello Verve.

Después del maravilloso e inolvidable álbum de christmas que nos regalara a finales del año pasado, nos presenta un nuevo proyecto cuya característica principal es que tiene que lidiar en cada canción con una pareja de baile diferente, entendida ésta como un productor y compositor distinto. Ello provoca que el disco tenga altibajos, dependiendo con quien haya compartido la responsabilidad de componer y producir en cada tema, porque ella en cada canción canta, canta y canta con un instrumento vocal que nunca me deja de impresionar y que os confieso adoro y admiro. Todos ellos son grandísimos productores y compositores pero eso no siempre es sinónimo de éxito. En mi opinión, han sido antiguas "parejas de baile" (Rex Rideout y Lorenzo Johnson que colaboraron en su disco de debut), junto con el joven Frye Dpt quienes ha mostrado una mayor química y sinergia con la cantante, al saber orientar el sonido hacia el terreno del smoothjazz y el funk, donde ella ha demostrado moverse con mayor maestría.

Hay rock, blues, soul clásico, funk y hip-hop en un disco que suena más agresivo, libre, enérgico que nunca, con una producción sólida pero desigual y donde la voz de Ledisi resuena magnífica desde lo más profundo del alma de la vieja escuela soul. Un buen disco en el que se observa un cambio de dirección que aún sin ser drástico, si es notable. Un sonido más moderno, más dinámico con menos jazz y más rnb respecto a sus trabajos anteriores que no es tanto de mi gusto personal... pero con esa voz soy capaz de perdonarla todo. Y es que los seguidores de la cantante deberíamos recordar que todo cambia y nada en la vida permanece inmutable.

Clásicos del soul: Ray Charles

Ray Charles supo escapar al futuro, cuanto menos incierto, que parecía le había destinado la vida: de raza negra, ciego a los seis años por no poder su familia costear el tratamiento a su glaucoma y huérfano a los quince años...

Afortunadamente pudo hacer de la música su tabla de salvación. Autodidacta del piano asistió a la escuela para ciegos y sordos de St.Augustine donde obtuvo los fundamentos necesarios: aprendió a leer y escribir música en Braille o a componer canciones. Como pionero de la música soul fue el mayor responsable del desarrollo de ésta (más aún que Sam Cooke o Jackie Wilson). Prácticamente inventó un nuevo género de música cuando fusionó el fervor del gospel, las letras laicas del blues o del country, los arreglos jazz de las grandes bandas de swing para hacer una música sofisticada a la vez que expontánea. Era algo así como un pop negro resultado de la fusión con el rnb, rock, gospel, jazz y blues (incluso country en los años sesenta) que le permitió al Genio convertirse en un artista innovador, un destructor de los principios musicales de su época, un músico tremendamente popular tanto entre la audiencia blanca como negra. Si hablamos de su faceta como cantante sólo podemos decir que ha sido uno de los intérpretes del pasado siglo que (quizás junto a Elvis Presley o Billie Holiday) más emoción, sentimiento o verdad han puesto en su trabajo. También fue un excelente teclista, arreglista o director de orquesta. Son tantos los méritos acumulados por este artista...

Aunque sus maravillosas facultades vocales no disminuyeron durante su medio siglo de carrera artística sus momentos de mayor brillantez fueron en la década de los cincuenta y sesenta. Siguió grabando hasta poco antes de su muerte pero, con alguna excepción, sus trabajos fueron decepcionantes. Millones de fans anhelaban una vuelta a su etapa más soul (1955-1965), pero lo cierto es que olvidaban que Charles (al igual que Aretha Franklin) siempre fue un músico ecléctico, que nunca se comprometió con la música soul más allá del resto de géneros. Una mezcla entre genio loco y mago de la música que, años después de su muerte aún consigue poner los pelos de punta a quien le escucha. Su punto fuerte era que cuando cantaba, lo hacía con el alma, ardía, su música era, sobre todo, pasión. Toda una vida entregada a la música, hace que sus composiciones, hayan viajado a través del tiempo y el espacio hasta situarse en un altar de honor. Ray Charles es uno de esos músicos que jamás será olvidado, y que se situará en los libros de historia al lado de otros genios como B. B. King, Louis Amstrong o Gershwing.

Joe: Su firma inconfundible

Si la fórmula funciona para qué cambiar pensará Joe Thomas. Signature es el título escogido para su segunda entrega con el sello independiente Kedar Entertainment Group y en el que vuelve a capturar la esencia del estilo que le ha definido como artista en la última década y que le ha procurado ventas millonarias y el favor de buena parte del público.

En el post que dedicamos a su anterior trabajo Joe Thomas, New Man, ya adelantabamos la publicación de este disco, aunque al final haya llegado con retraso respecto al calendario previsto. Son doce temas, once compuestos por el propio artista y el último track "Change" firmado por Lylit, una artista del sello discográfico, que siendo sinceros no aporta nada al disco. Así que pocas novedades podemos reseñar, pero "haberlas haylas". En esta ocasión ha producido el disco en solitario prescindiendo de la colaboración de Bryan-Michael Cox. Además se ha mejorado en el apartado de la composición, con temas más cargados de melodía y sentimiento. También se han añadido mejores arreglos vocales y nuevas texturas a sus baladas gracias a una mejor instrumentación grabada en directo que procura un intrincado tejido de cuerdas y metales realmente eficiente.

En el apartado de las letras, vuelve a exhibir esa capacidad innata que posee para expresar desde un punto de vista cercano todo lo que una relación sentimental puede desatar, con la que tantos amantes en el mundo se sienten absolutamente identificados. Con esa estudiada mezcla de amor, ternura y, en este disco, mayores dosis de sexo (aunque a diferencia de otros cantantes Joe siempre ha sabido donde estaban los límites); con ese sedoso timbre tenor que siempre es una garantía de sonar suave y sexy al mismo tiempo, no nos podemos sorprender de su continuado éxito entre el gran público. En un mundo musical inmerso un acelerado proceso de cambio continuado, Joe ofrece desde hace 15 años y a través de los ocho discos editados, certidumbre, estabilidad, confianza y tranquilidad a sus oyentes. Tanto en su faceta como intérprete, como compositor, productor e incluso en su última etiqueta como socio y ejecutivo de Kedar, el artista de Georgia no defrauda a su fiel audiencia y nos ofrece un nuevo trabajo, en mi opinión algo mejor que sus dos discos anteriores, que lleva estampada en su frente la inconfundible firma (signature) de su autor.

Naomi Shelton: No es un álbum de gospel más

Después de más de 40 años actuando, Naomi ha editado su primer larga duración, What Have You Done My Brother? donde da cumplida muestra de su clásico estilo gospel - atemporal, cándido y aparentemente sin esfuerzo - y que supone la culminación y el merecido premio a tantos años cantando en las iglesias y clubs de soul de la ciudad de Nueva York.

A finales de los años sesenta, junto a su inseparable grupo The Gospel Queens ya formaba parte de la nómina del sello Daptone Records. No obstante, su pedigrí como intérprete de música gospel y secular venía de más atrás y bebía directamente de las fuentes del soul: Wilson Pickett, Otis Redding o Lou Rawls. Aunque Naomi no dejó nunca de actuar el grupo como tal se mantuvo fuera de escena durante más de 20 años. A finales de la década de los noventa volvieron a juntarse gracias a la intervención del pianista Cliff Driver, mentor, inspirador y director musical del grupo desde sus orígenes. Se ha necesitado una década para que por fin puedan presentarnos un disco propio, bajo la dirección musical de Cliff y gracias al empeño del sello Dap-Tones Records, sin duda el epicentro de la revitalización actual del funk/soul más clásico (¿Les suena Sharon Jones?).

What Have You Done, My Brother? es un disco gospel (desde las típicas notas del órgano Reedy, los mensajes de clara inspiración lírica o el apoyo de las armonías vocales del grupo The Gospel Queens); pero al mismo tiempo, incorpora muchas de las características o estructuras de la música soul. Una combinación mágica muy de mi gusto personal. El disco incluye versiones de temas clásicos y un puñado de excelentes composiciones originales firmadas por Bosco Mann (alias Gabriel Roth) que, fieles al esquema, son prácticamente imposibles de distinguir de las canciones más antiguas. Daptone Records ha engrasado la maquinaria: El propio Gabriel se encarga de la producción del disco, músicos destacados del sello colaboran en el apartado instrumental e incluso la mismísima Sharon Jones asoma entre las voces de fondo. La voz de Naomi suena impresionante e inimitable, con una identidad musical construida con mucho esfuerzo y a medio camino entre el gospel y el soul, resuena autoritaria, inconfundible, auténtica, sensible...en fin, se me acaban los elogios. En definitiva, no es un disco gospel más al uso que quizá pueda retraer a más de uno. Es un disco excelente que mezcla soul y gospel de manera magistral, un trabajo musicalmente extraordinario, auténtico, firmado por una mujer que canta maravillosamente con el alma y que transmite una positividad, felicidad y esperanza que puede interesar más allá de las creencias que tenga cada cual.

Vanessa Williams: Viendo las nubes pasar...

Cuando Vanessa Williams comenzó su carrera como cantante ya era muy conocida entre el público aunque por motivos muy distintos: fue la primera miss América negra y además, se vió obligada a renunciar a ese título tras publicarse unas fotos desnuda en la revista Penthouse... cuatro años despúes editaría con gran éxito su primer álbum The Right Stuff (1988).

No es por lo tanto una recién llegada a este negocio: son más de 20 años de carrera, millones de discos vendidos, numerosos premios acumulados en sus vitrinas. Paralelamente ha desarrollado una carrera como actriz de televisión y de cine igualmente exitosa.... sin duda estamos ante una de las artistas más versátiles de la industria del ocio norteamericana. Después de su éxito reciente en la serie de TV "Ugly Betty" o su participación en la película "Hannah Montana: The Movie" se ha decidido a volver al estudio de grabación, ponerse detrás de un micrófono y explorar con mayor intensidad que nunca sus distintas influencias musicales bajo las órdenes de excelsos productores como Kenny "Babyface" Edmonds, Keith Thomas, Rob Mathes y Rex Rideout ... ahí es nada.

En efecto, ha publicado recientemente The Real Thing su octavo álbum de estudio y el primero con el sello Concord Records, como sabéis especializado en la música jazz. Es una colección ecléctica de 11 canciones que supone la transición desde el pop/rnb -sello distintivo de su trayectoria artística- hacia los sofocantes estándares del jazz y su amor por el ritmo de la música latina (brasileña), una parte fundamental de sus raíces musicales. Es un disco en la tradición del sello Concord con sólo dos canciones nuevas ("Loving You" y "Just Friends", ambas escritas por Babyface), el resto son versiones. Aunque su voz no ha perdido con los años nada de su perfecta afinación, claridad o riqueza, carece de la necesaria espontaneidad e improvisación que requiere esos temas a medio camino hacia el jazz.

The Real Thing se muestra como un disco perfecto para escucharlo en una tarde de verano ociosa, viendo las nubes pasar por el cielo azul, relajándose uno antes de cenar. Que se entienda como un cumplido, al fin de al cabo es el disco que Vanessa quería hacer. Habrá quienes se sientan decepcionados con su esperado nuevo disco porque necesitan más dosis de rnb y quienes acepten de manera natural esa transición hacia un sonido jazz más adulto. En mi caso, os confieso que Vanessa nunca ha estado entre mis favoritas, nunca me ha seducido en demasía su estilo y sonido: sin errores, técnicamente bueno pero sin alma.

Maxwell: ¿Admirable, arrogante o suicida?

Han transcurrido nada menos que ocho largos años desde que Maxwell publicara su último trabajo de estudio. Finalmente a principios de este mes el sello Columbia Records ha editado Black Summers Night, el primer disco de su anunciada trilogía.

Para la mayoría de los artistas, casi una década de ausencia supondría el suicido artístico. En este caso, gracias a su aparición en programas de TV o en los premios BET el año pasado, su gira por Estados Unidos o que adelantara la primavera del año pasado la presentación del tema "Pretty Wings" (su primer single) en Myspace no ha hecho sino alimentar el morbo por su esperado lanzamiento y el misterio sobre su enigmática figura. Quizá en exceso porque esa mediática puesta en escena acerca de su vuelta ha alimentado sobremanera las expectativas sobre su nuevo trabajo... toda una invitación a decepciones posteriores. Tanta expectación está justificada si tenemos en cuenta que probablemente Maxwell pasará a la historia por ser determinante -junto a Erykah Badu y D'Angelo- en la definición y configuración del llamado movimiento neo-soul en la segunda mitad de la década de los noventa. Tomando como inspiración grandes autores de la música negra (Prince, Marvin Gaye, Stevie Wonder, etc) grabó algunos de los discos de rnb más ambiciosos y de mayor calidad de su tiempo (Urban Hang Suite (1996) -todo un clásico- ).

Se ha reunido con su viejo colaborador Hod David para desarrollar las labores de composición y producción del disco. Aunque ya no hacen aparición Lil Wayne o la producción de Kanye West lo cierto es que Maxwell no ha perdido el paso, siguen intactos sus exhuberantes arreglos vocales e instrumentales capaces de fundir el corazón del oyente en el que contrasta su mensaje romántico y monogámico frente a la mayor promiscuidad y menor compromiso de sus lovers contemporáneos. Maxwell es conocido por su impresionante talento vocal, en este disco la fragilidad y vulnerabilidad típica de su falsete se ha sustituido por más musculo, aunque conserva su flexibilidad, muy en el estilo de la vieja escuela, ha perdido algo de sensibilidad. En este caso el círculo se ha completado por un magistral e increíble acompañamiento instrumental (grabado en directo) que suena impecable con ciertas reminiscencias de jam sessions, sin duda la parte más brillante y destacable del disco.

Después de tanto tiempo se muestra un tanto rácano al proponernos sólo nueve temas que en su conjunto se encuentra más cerca del bepop jazz: mezcla de energía y emoción, baladas al más puro estilo slow jams, junto con bases de funky al estilo Prince. El Maxwell que conocíamos ya no existe, no le reconozco, se ha vuelto más eclético y autoindulgente: ha experimentado importantes cambios (a nivel vocal, lírico y de enfoque musical) -algo por otra parte natural-. Podríamos decir aquello de que sabemos que estamos escuchando un disco de Maxwell, pero no le reconocemos, no es el Maxwell que recordabamos. ¿Admirable, arrogante o suicida? Cada cual valorará a su mejor entender esta arriesgada apuesta en el regreso del artista, pero en todo caso estamos ante un buen trabajo.

Laura Izibor: En direccion contraria por la autopista

Confieso que al final me ha resultado imposible sustraerme al fenómeno "Laura Izibor". En casi todos los foros, páginas web o blogs que rinden culto a la música negra se habla -y en general muy bien- de Let The Truth Be Told, el disco de debut de esta jovencita irlandesa. Tanta expectación tiene su origen a finales del año pasado cuando presentó un EP con cuatro canciones como anticipo de su trabajo de larga duración. Pronto se la comparó nada menos que con Alicia Keys, Jill Scott o la propia Lauryn Hill.

Es innegable que Laura esconde un importante potencial artístico: la chica canta bien con su tono meloso, es capaz de componer y producir canciones melódicas con ese regusto retrosoul (por ejemplo, "Shine", "Don't Stay", "If Tonight Is My Last") y no podemos negar que es una mujer sexy. No es casualidad que la haya fichado el sello Atlantic que tiene en su nómina algunos de los más grandes artistas del blues. Para unirse a esta familia de élite es evidente que tienes que tener un talento excepcional. Sin embargo, siento contradecir a la mayoría de mis compañeros pero me ha parecido un trabajo mediocre y vacuo si hablamos en términos de música soul. Por supuesto es un estupendo disco pop contemporáneo con guiños al soul de finales de los sesenta y principios de los setenta, de gran atractivo comercial gracias a sus melodías pegadizas, una convincente voz, destacables arreglos de cuerda y un impecable trabajo técnico detrás... Ahora bien, no me parece propio que, desde una tribuna dedicada a la música negra como ésta, dar crédito a una pose soul que no me acaba de convencer. La prestigiosa revista Rolling Stone la ha considerado una de las grandes promesas y para muchos Let The Truth Be Told es uno de los mejores álbumes neo-soul de los últimos años... como podéis comprobar mis opiniones han acabado por perder todo el crédito (si es que alguna vez lo tuvieron). Hasta yo mismo me siento en este caso como aquel loco que en un famoso chiste iba en dirección contraria por la autopista...

Clásicos del Soul: Off The Wall (1979)

A diferencia de Stevie Wonder, que hizo con éxito su transición de la infancia a la madurez, Michael Jackson sufrió una difícil adolescencia musical. Desde 1972 no había tenido un hit como solista y a sus 19 años de edad, estaba desesperado por encontrar un nuevo mentor musical. De manera casual esa figura se encarnó en el gran productor Quincy Jones quien, junto al propio artista, creó una fusión de pop, funk, música disco y soul que reinventó el vocabulario del rnb.

Michael quería mostrase como un artista maduro y con un sonido diferenciado de su grupo The Jacksons (el disco se editó entre Destiny (1978) y Triumph (1980)). Fue un trabajo fresco para su época que lo tenía todo y que aún suena vibrante y emocionante. Un disco en el que emergió un artista versátil capaz de desenvolverse con gran talento vocal tanto en las baladas como en las pistas de baile. Supo utilizar audazmente el falsete de su hermoso timbre tenor con el que parecía llorar, gemir, gritar o suspirar deslizándose emocionalmente a través del fraseo de la canción. Un disco en el que se realizó una brillante labor de composición: fuertes melodías, ganchos rítmicos, con letras plenas de emoción y alegría al mismo tiempo. Cuatro son los temas firmados por el artista de Indiana en este álbum, de los cuales, con el primer single "Don't Stop 'Til You Get Enough" ganó su primer Grammy en la categoría de mejor interpretación de RnB. Stevie Wonder le ofreció a Jackson el tema "I Can't Help It", y Paul McCartney la canción "Girlfriend". Rod Temperton, el letrista que más tarde colaboría en el álbum Thriller, aportó en esta ocasión joyas como "Rock With You" (mi tema preferido) o el tema que da título al disco.

Pero sobre todo, su éxito se debe a el sonido construido por el propio Michael junto al gran productor Quincy Jones: una deslumbrante variedad de ritmos disco, guitarras funky y pop limpio fusionados de una manera profesional y magistral. Ambos repetirían la misma fórmula en su aclamado álbum Thriller (1982) con resultados igualmente impresionantes pero, en mi opinión, no mejores. Con alrededor de 25 millones de copias vendidas es uno de los 100 discos más vendidos de la historia y un hito imprescindible de la historia de la música soul. Off The Wall fue el primer disco en conseguir situar a cuatro singles en el Top 10 de la prestigiosa lista Billboard: "Don't Stop Til You Get Enough" (#1), "Rock With You" (#1), "Off The Wall" y "She's Out Of My Life". Fue el primer paso decisivo hacia la madurez artística, su declaración de independencia respecto a la Motown. Así parecía querer expresarlo con su indumentaria: en efecto, no fue casualidad el uso del smoking como sinónimo de madurez combinado con aquellos calcetines brillantes, quizá para mostrase, al mismo tiempo, más juvenil y divertido.

Aunque ya había grabado en solitario, éste fue el disco que lo estableció como un artista de talento soprendente y una estrella brillante por su propio derecho. Como en otras facetas artísticas, Michael firmó un disco visionario, adelantado a su época en el que rompía con el dominio de la música disco para adentrarnos en una nueva etapa donde se mantenía el ritmo, pero éste ya no ocupaba el lugar principal, sino que formaba parte de un tapiz de colores, de exhuberantes arreglos de cuerda, de dulces baladas soul/pop, de suave rock y de atractivo funk.

 
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